En Pedroche, la llamada Función de los Soldados se fue consolidando a partir de un acto de acción de gracias a la Virgen de Piedrasantas de aquellos soldados que venían de la Guerra de África y de sus familiares. Desde hace más de 100 años y costeada por los propios soldados.
Cuando había mili, igualmente, los soldados licenciados siguieron con la tradición. Ellos mismos se organizaban, iban desfilando por la mañana a saludar al alcalde, a la Guardia Civil y al juez, organizaban la misa y la procesión, e incluso se hacían cargo y costeaban un grupo musical para alargar la fiesta hasta la noche.
Efectivamente, en conjunto, no era una fiesta organizada desde el Ayuntamiento, ni desde la Iglesia. Era una fiesta del pueblo, donde cada año, personas diferentes, quintas diferentes, cogían las riendas de la tradición y así seguía año tras año. Una fiesta, sí, pero desde la seriedad y el compromiso del pueblo de Pedroche.
Sin mili, en la población e incluso en el Ayuntamiento, han ido surgiendo dudas sobre la fiesta, sobre su dinámica, la participación, la fecha de celebración e incluso su continuidad. Pero el hecho de que cada año sean diferentes quintas, las dudas van quedando atrás y la fiesta siga adelante.
La Iglesia nada dice o hace al respecto, el Ayuntamiento sí. Ya se hizo cargo de la actividad musical, para descargar de este gasto a las quintas correspondientes, e incluso los últimos años ha estado haciendo una recepción oficial en el ayuntamiento. E incluso, últimamente, ya se está comentando cambios que deben acometerse, según se dice desde el gobierno municipal porque así lo demanda la gente. Sabiendo que eso de hacer referencia a la gente, sin muchos más datos cuantitativos y demás, es excesivamente relativo.
En mi opinión, es una fiesta singular, local, con historia, con un fin religioso (supuestamente) y, sobre todo, del pueblo y de nadie más. Está bien complementar, potenciar, mejorar, las tradiciones deben amoldarse al momento; pero si vamos alterando sus características básicas, al final, estaremos hablando de otra cosa, de otra fiesta.
Si estas alteraciones son las que queremos, adelante, pero seamos consecuentes.